Más sobre los depositos para el Ford Ranger (2015-2022)

El depósito de combustible es una parte fundamental del sistema de alimentación de cualquier vehículo, y en el caso de la Ford Ranger fabricada entre 2015 y 2022, su diseño y capacidad están optimizados para ofrecer un equilibrio entre autonomía, seguridad y durabilidad, tanto en uso urbano como en condiciones todoterreno exigentes.

Depósito de serie

De fábrica, la mayoría de las versiones de Ford Ranger (tanto diésel como gasolina) en este rango de años vienen equipadas con un depósito de combustible de entre 80 y 85 litros de capacidad, dependiendo del país, motorización y configuración del vehículo. Esta capacidad es suficiente para ofrecer una buena autonomía, especialmente en las versiones diésel, que destacan por su eficiencia.

El depósito original está fabricado en plástico reforzado (polietileno de alta densidad - HDPE), un material resistente a la corrosión, a los impactos y al desgaste por contacto con el combustible. Además, cuenta con sistemas integrados de ventilación y válvulas de seguridad que evitan fugas o sobrepresiones.

Depósitos auxiliares y de larga autonomía

Para usuarios que necesitan mayor autonomía, especialmente en viajes largos, rutas off-road o zonas donde el acceso a estaciones de servicio es limitado, existen opciones de depósitos auxiliares o tanques de combustible adicionales. Estos depósitos se pueden instalar en diferentes ubicaciones, como debajo del chasis, en la caja trasera o incluso integrados con kits de defensa trasera.

Protecciones para el depósito

Dado que el depósito de combustible está expuesto en la parte inferior del vehículo, muchos propietarios optan por instalar placas de protección o skid plates para evitar daños en rutas rocosas o terrenos agresivos. Estas protecciones se fabrican en acero o aluminio, y son altamente recomendables para quienes utilizan su Ranger en condiciones extremas.

Mantenimiento y recomendaciones

Aunque el depósito de combustible es un componente duradero, se recomienda realizar inspecciones periódicas para detectar posibles fisuras, acumulación de sedimentos o problemas con la tapa y válvulas. También es importante utilizar combustible limpio y de calidad, ya que la presencia de impurezas puede afectar tanto al depósito como al sistema de inyección.